Primeras evidencias de la inflación cósmica

Investigadores del experimento BICEP2 anunciaron esta semana la primera evidencia de la teoría conocida como inflación cósmica, que explica cómo el Universo se expandió de forma exponencial en los primeros instantes tras el Big Bang.
Los resultados se han conseguido con el telescopio BICEP2, situado en la base antártica Amundsen-Scott, que mide el fondo cósmico de microondas, pequeñas fluctuaciones producidas tras el Big Bang que proporcionan pistas de los primeros instantes del Universo. Por ejemplo, pequeñas diferencias en la temperatura muestran las partes del universo que eran más densas, dando lugar eventualmente a galaxias y cúmulos.
El fondo cósmico de microondas es un tipo de luz, por lo que tiene todas sus propiedades incluida la polarización. En la tierra, la luz del sol es dispersada por la atmósfera convirtiéndose en polarizada, por lo que las gafas de sol polarizadas ayudan a reducir el deslumbramiento. En el espacio, el fondo cósmico de microondas fue dispersado por los átomos y electrones, polarizándose.
Los científicos de BICEP2 buscan un tipo especial de polarización, llamado modo B, que representaría un patrón en las orientaciones polarizadas de la luz primigenia, según explican en su comunicado de prensa. En este comunicado, los científicos relacionan este patrón con un efecto producido por las ondas gravitacionales, como si de una firma se tratase.
Los investigadores detectaron una señal de polarización en modo B en el fondo cósmico de microondas considerablemente mayor de la esperada por otros modelos cosmológicos. Tras tres años de análisis, ahora publican sus resultados, en lo que consideran la primera evidencia experimental de la teoría inflacionaria. Esta teoría fue propuesta por Alan Guth en 1980 para resolver algunos problemas de la teoría del Big Bang, entre ellos el de la homogeneidad del universo a gran escala.
Posteriormente, fue adaptada por el físico ruso Andrei Linde a las observaciones experimentales, para quien los resultados de BICEP2 son la "pistola humeante" de la inflación cósmica. "Es algo que he estado esperando 30 años", resumió.
BICEP2 es la continuación de un programa de investigación donde participan varias instituciones científicas, entre ellas Caltech/JPL, Harvard y Stanford/SLAC, además de las Universidades de California, San Diego, British Columbia; el National Institute of Standards and Technology; University of Toronto; Cardiff University; and Commissariat à l'Énergie Atomique. Está financiado por la National Science Foundation (NSF), de la que también depende la base antártica. NASA, JPL y la Moore Foundation colaboraron en el desarrollo de los detectores de BICEP2.