El CNA data enterramientos en uno de los yacimientos neolíticos más importantes

El yacimiento de Bòbila Madurell-Can Gambús se ubica en la provincia de Barcelona, próximo a la localidad de Sabadell. Se ha excavado desde el primer cuarto del siglo XX, pero fue a partir el año 2000 cuando se iniciaron las excavaciones de los sectores 1 y 2 de Can Gambús. Aunque se han documentado materiales pertenecientes a ocupaciones de la edad de Bronce, visigodas y romanas, uno de los periodos mejores representados es el Neolítico.

 

Bòbila Madurell-Can Gambús es uno de los yacimientos neolíticos más importantes del periodo comprendido entre el 4500–3500 a.C. En este yacimiento se han encontrado distintas construcciones (silos o fosas de desechos), aunque destaca por su cantidad de enterramientos. Se han localizado 175 enterramientos, convirtiendo a Bòbila Madurell-Can Gambús en el yacimiento neolítico de la Península Ibérica con mayor cantidad de sepulturas pertenecientes a ese periodo, y uno de los mayores de Europa occidental.

De ahí el objetivo del proyecto en el que colaboran el CNA, el CSIC y la Universidad Autónoma de Barcelona: tratar de conocer las comunidades neolíticas a través del estudio de sus prácticas funerarias. El sector Can Gambus 2 era hasta el momento el más desconocido. En este sector, situado en la zona más alejada del yacimiento en dirección al norte, se hallaron 5 tumbas desconocidas para la comunidad científica.

Los cuerpos fueron enterrados de la misma manera que en otros sectores de Bòbila Madurell y Can Gambús-1. Sin embargo, estos nuevos enterramientos se caracterizan por la falta de riqueza en sus ajuares. Esta ausencia podría estar relacionada con el papel desempeñado por los individuos en la comunidad, aunque no se descarta la hipótesis de los saqueos.

De los 5 individuos de Can Gambus-2, solo dos han sido datados. Se observó que son contemporáneos a muchos de los individuos inhumados de otros sectores de Bòbila Madurell-Can Gambús (muchos de ellos fechados también por el CNA, cuyos resultados verán la luz próximamente), donde las estructuras sepulcrales son de mayor complejidad y riqueza. Con estos resultados se ha podido conocer mejor cómo eran aquellas sociedades del neolítico, qué comían, qué relaciones parentales tenían, qué actividades realizaban, si había diferencias sociales entre los distintos individuos, en base a su edad y sexo, etc.

Uno de los trabajos prioritarios fue conocer la cronología de los enterramientos. Cuando se inició el proyecto había poco más de media docena de dataciones de carbono 14. Hoy se disponen de 50 en los distintos sectores. La mayor parte de las tumbas se realizaron en un marco de 400-450 años. Gracias a que las dataciones obtenidas en los distintos sectores son contemporáneas, se han podido estructurar todo un conjunto de análisis y hacer comparaciones entre las sepulturas halladas en los distintos sectores.