Científicos del CNA desarrollan medidas de criopreservación de órganos

Científicos de la Unidad Ciclotrón del Centro Nacional de Aceleradores (CNA, Universidad de Sevilla, Junta de Andalucía y CSIC), en colaboración con la Escuela Superior de Ingenieros de la Universidad de Sevilla, han desarrollado medidas sobre los agentes crioprotectores en órganos de animales mediante la prueba médica de Tomografía Computerizada, conocida como TAC o CT.
Para conseguir la conservación indefinida de un órgano, la técnica conocida como “vitrificación” parece el camino más plausible. La vitrificación consiste en el enfriamiento del órgano a muy bajas temperaturas evitando la formación de hielo. Si esto se consigue, el órgano se transforma en un sólido no cristalino, un sólido amorfo, en cuyo estado puede permanecer indefinidamente.
Para comprobar si la vitrificación se ha realizado correctamente es necesario verificar que el agente crioprotector se perfunde correctamente dentro del mismo, es decir, si el tejido ha captado el agente homogéneamente para evitar la formación de cristales de hielo, la principal causa de daño en el mismo.
La cantidad de agente crioprotector en el tejido se ha intentado medir mediante distintas técnicas como la resonancia magnética nuclear o medidas de bioimpedancia. Sin embargo ninguna de ellas tiene la precisión necesaria para un adecuado control de la concentración del agente crioprotector.
Ahora, un equipo de investigadores ha utilizado la técnica conocida como Tomografía Axial Computerizada por Rayos X (TAC) para medir esta cantidad de agente dentro del órgano, empleando para ello el escáner CT para animales del que dispone el CNA.
La tecnología TAC se basa en la obtención de imágenes utilizando rayos X contrastando los objetos de medida por diferencia de densidades. Los rayos X han resultado ser un método excelente  para medir la cantidad de agente crioprotector dentro del órgano.
Las imágenes muestran la señal proporcional a la concentración de DMSO,  Dimetilsulfóxido (muestras 1 a 10 en la foto). Con este método se puede conocer la distribución del agente crioprotector dentro del órgano, ya que la tecnología cuenta con la capacidad de desarrollar imágenes 3D que pueden ser mostradas en cualquier momento durante la perfusión.