Comienzan las pruebas científicas de LISA Pathfinder

Recientemente, la primera detección directa de estas ondas en la Tierra inauguró la era de la astronomía gravitacional. Un futuro observatorio en el espacio, sensible a las ondas gravitacionales con longitudes de onda más largas que las detectadas en la Tierra, es una herramienta esencial para explorar este nuevo campo de estudio mediante el análisis de algunos de los objetos más masivos y energéticos del Universo.
El investigador del Instituto de Ciencias del Espacio (IEEC-CSIC), Carlos F. Sopuerta, coordinador del grupo de Astronomía gravitacional LISA, explica el objetivo de este proyecto: "la misión LISA Pathfinder está diseñada para estudiar la caída libre como no se había conseguido hasta ahora. Un reto absolutamente necesario para construir el futuro observatorio".
Para ello, el equipo ha liberado dentro de la aeronave dos masas de prueba (dos cubos de oro y platino idénticos de 2 kilos de peso y 46 milímetros) y ahora están verificando que realmente están moviendo únicamente por efecto de la gravedad.
"Esto es crucial", continúa Sopuerta, "porque incluso en el espacio existen fuerzas capaces de alterar los cubos como la radiación  y el viento solar, y tenemos que conseguir aislarlos de toda influencia no-gravitacional. Una vez conseguidas estas condiciones, sólo el efecto de una onda gravitacional sería capaz de variar la distancia entre los dos cubos que LISA Pathfinder mide continuamente".
Los investigadores del Instituto de Ciencias del Espacio tienen un papel muy destacado en la misión LISA Pathfinder. Han diseñado la Unidad de Gestión de Datos (DMU), el ordenador de a bordo que controla los experimentos científicos que acaban de comenzar en el Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la ESA en Darmstadt, Alemania.
El investigador Luis Gesa monitorizará diariamente el equipo hardware y software de la DMU. "Se trata de un soporte técnico para detectar posibles errores que se pueden escapar a los análisis puramente científicos a la hora que proveeremos soluciones o consejos a medida que se detecten cosas para ayudar a los equipos científicos". Otro de los investigadores del grupo, Miguel Nofrarias, ya ha empezado los experimentos científicos: "Hemos comenzado a inducir fuerzas térmicas y magnéticas sobre los cubos ya en caída libre y estamos aprendiendo cada día más sobre cómo funciona este instrumento con una precisión increíble".
La misión científica LISA Pathfinder comenzó oficialmente el pasado 1 de marzo y se prolongará durante seis meses.