El resultado de CMS iguala la increíble precisión del resultado de CDF pero, contrariamente a éste, está en consonancia con el valor que predice el Modelo Estándar de la Física de Partículas.
Los detectores ATLAS y CMS, instalados en el mayor acelerador de partículas del mundo, han obervado por primera vez la producción simultánea de cuatro quarks top, la partícula elemental más pesada
El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) comienza hoy a suministrar colisiones de protones a los experimentos, con una energía sin precedentes de 13.6 TeV, marcando el inicio de la tercera serie de toma de datos (Run 3) del acelerador.
Las colaboraciones ATLAS y CMS en el LHC del CERN han utilizado la mayor muestra de datos de colisiones protón-protón registradas hasta ahora por los detectores para estudiar el bosón de Higgs con un detalle sin precedentes.
El histórico descubrimiento del bosón de Higgs en el Gran Colisionador de Hadrones hace exactamente diez años y los progresos realizados desde entonces han permitido a la comunidad científica dar enormes pasos en nuestra comprensión del universo.
En sus últimos estudios, las colaboraciones ATLAS y CMS en el LHC del CERN buscan fuentes de asimetría materia-antimateria analizando la interacción entre el bosón de Higgs y el leptón tau.
Los experimentos ATLAS y CMS del CERN observan por primera vez cómo el bosón de Higgs se desintegra en muones, partículas elementales emparentadas con el electrón. Varios centros de investigación españoles participan en los dos mayores detectores del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN.
Tras un extraordinario rendimiento, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN, el complejo de aceleradores que lo alimenta y todos sus experimentos se someten a una parada de dos años para llevar a cabo grandes mejoras y actualizaciones.
Los experimentos ATLAS y CMS registran una nueva desintegración del bosón de Higgs en quarks bottom, uno de los más pesados del Modelo Estándar. Según esta teoría, este fenómeno es muy común cuando se producen bosones de Higgs, pero han hecho falta 6 años desde su descubrimiento para observarlo.